El derecho a la ciudad (y III)

(Venimos de I y de II). Esta entrada no lleva título; de llevarlo, sería el mismo que el del libro, El derecho a la ciudad, de Henri Lefebvre. Ya comentamos en la segunda parte que Lefebvre avanzaba, en los capítulos del 2 al 8, hacia una ciencia de la ciudad, una forma de aprehender dicho concepto. El séptimo capítulo trata de los niveles de realidad de la ciudad.

«A nivel ecológico, el habitar resulta esencial. La ciudad envuelve el habitar. Diremos que la ciudad es forma y envoltura de este lugar de vida «privada», punto de llegada de las redes que facilitan informaciones y transmiten órdenes, imponiendo al orden próximo el orden lejano.» (p. 83). La ciudad se compone, paradójicamente, también de espacios inhabitados y de espacios inhabitables, como edificios públicos, monumentos, plazas, calles. Alrededor de estos se establecen los habitables, aquellos que posibilitan el habitar.

Enfocando desde otro nivel de análisis, el semiótico, se comprueba que en la ciudad coexisten varios subsistemas. «La teoría de la ciudad como sistema de significaciones tiende hacia una ideología, separa lo urbano de su base morfológica, de la práctica social, al reducirlo a una relación «significante-significado» y al extrapolarlo a partir de significaciones realmente percibidas.» (p. 85). El ejemplo que usa Lefebvre: aunque la ciudad griega esté cargada de sentido, ¿es posible construir restituir hoy en día una ágora con su sentido en el centro de una ciudad moderna? Hoy en día, precisamente, el consumo de signos desempeña un papel cada vez mayor, concentrándose intensamente en la ciudad. «Cada «objeto», cada «bien», se desdobla en una realidad y una imagen que, a su vez, constituye una parte esencial del consumo. Se consumen signos al igual que objetos: signos de felicidad, de satisfacción, de poder, de riqueza, de ciencia y de tecnología.»

47-reclaim-your-city

A continuación Lefebvre despliega una enormidad recursiva de términos donde es posible el análisis semiótico:

  • la palabra de la ciudad: lo que ocurre en las calles y plazas, lo que se dice;
  • la lengua de la ciudad: las particularidades de la ciudad expresadas en los discursos, gestos, vestidos de sus gentes;
  • lenguaje urbano: un lenguaje de connotaciones, un sistema secundario que acaba inserto en el sistema denotativo;
  • la escritura de la ciudad, todo aquello que se inscribe y prescribe en sus muros y lugares visibles.

Además de dichos niveles, tenemos:

  • semantemas o elementos significantes, como las líneas rectas o curvas, grafismos, formas elementales de puertas, ventanas, rincones…
  • morfemas u objetos significantes, como inmuebles, calles, plazas;
  • superobjetos o conjuntos significantes: la ciudad misma.

Existen la semiótica del poder, la semiótica urbana, la semiología de la vida cotidiana; la dimensión simbólica (monumentos, plazas, avenidas); la dimensión paradigmática (con las oposiciones: el dentro y el fuera, centro y periferia); una dimensión sintagmática (unión de elementos, articulación de isotopías y heterotopías).

LLegamos, finalmente, al derecho a la ciudad. Ya ha dejado claro Lefebvre que una ciencia analítica de la ciudad sería sólo un esbozo; la ciencia de la ciudad tiene a la ciudad como su objeto y su objetivo no es comprenderla, sino modificarla, proponer opciones en que convertirla. «Sólo los grupos, las clases o las fracciones de clases sociales capaces de tener iniciativas revolucionarias pueden hacerse cargo de ello y llevar hasta su realización efectiva las soluciones a los problemas urbanos; la ciudad renovaba será la obra de estas fuerzas sociales y políticas.» (p. 133). «…el derecho a la ciudad se plantea como una denuncia, como una exigencia.» (p. 138). «El derecho a la ciudad no puede concebirse como un simple derecho de visita o como un retorno a las ciudades tradicionales. Solo puede formularse como un derecho a la vida urbana transformada, renovada.» (p. 139).

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s