Diseñando Ciudades (II): las ideas que dan forma a la ciudad

Segunda lección del curso Diseñando Ciudades, impartido por la Universidad de Pennsylvania.

Introducción. La forma habitual para referir el diseño de las ciudades es la histórica, siguiendo las distintas tradiciones arquitectónicas una tras otra. Sin embargo, en esta ocasión vamos a usar el libro The Shape of Time, de George Kubler, donde venía a decir que la historia, en vez de una sucesión de momentos, puede interpretarse como un cable trenzado en el que a cada momento predomina un color, pero existen diversas ideas que han ido dando forma a cada época. Para ello, vamos a seleccionar cuatro visiones de una ciudad:

  • moderna (aunque el curso habla de ‘modernist»)
  • tradicional
  • verde (o ecológica)
  • sistema (en el curso la llaman systems city design)

Estas visiones no son necesariamente opuestas: a menudo se complementan, o aspectos de una pasan a otra.

Profesores
Los profesores de la asignatura, en plena rave.

Cidad moderna. En 1922, Le Corbusier dibujó esto:

lecorbusier1922.jpg

Ahora nos parece habitual, pero en su momento fue innovador por algunos motivos:

  • los rascacielos sólo se construían en el centro, y por lo tanto rodeados de otros edificios relativamente altos;
  • las autopistas elevadas aún no existían.

Poco después, en 1926, Le Corbusier expuso los planos para su idea de París, que ya hemos mostrado en este blog y que no llegaron a materializarse. Pero la idea caló, especialmente, por ejemplo, en General Motors, que también estaban muy a favor de construir ciudades supeditadas al vehículo privado. La visión que ofreció en la exposición universal con su instalación, Futurama, era algo más realista, con los rascacielos repartidos de forma irregular por la ciudad, en vez de la monotonía ortogonal de Le Corbusier, pero la idea motriz era la misma (de aquí a Jane Jacobs contra Robert Moses y al sprawl suburbano sólo habrá un paso). Brasilia, proyectada por dos admiradores de Le Corbusier, sigue el mismo patrón (y ya vimos en Urbanized los problemas que genera la ciudad para la movilidad de sus habitantes).

Brasilia.jpg
Brasilia

Walter Gropius propuso algo similar en 1929, en plena Bauhaus: construir edificios altos, carentes de adornos, donde meter a la población de forma que el paisaje pudiese permanecer verde.

La idea no ha acabado de cuajar en Estados Unidos, donde han llegado a la conclusión de que los edificios altos no son la mejor opción de vivienda para obreros de clase baja. En el resto del mundo, en cambio, se usan sin ningún problema (el video da ejemplos de Berlín, Dubai, Singapur… pero sólo hay que pensar en los extrarradios de Madrid y Barcelona, por ejemplo). Más aún: donde Le Corbusier imaginó torres existen hoy rascacielos; pero si él los imaginó todos iguales, regulares, repetidos a intervalos similares y con espacio entre ellos, hoy suelen ser todos distintos, agrupados sin un patrón claro, a menudo rivalizando entre ellos en altura o forma.

Ciudad tradicional. En 1999, el Príncipe Carlos de Inglaterra envió una carta a las autoridades de Qatar pidiéndoles, por favor, que renunciasen a la construcción de un proyecto en el barrio de Chelsea de Londres, por motivos arquitectónicos, ya que se encontraba muy cerca del Hospital del barrio, del siglo XVII, un edificio clásico de corte simétrico. El proyecto se quedó en stand by (probablemente más por motivos económicos que por la carta del Príncipe, pero bueno). En principio se había propuesto construir torres de edificios con poco espacio entre ellas (de hecho, menos espacio del que recomendaba Gropius en 1929 para los trabajadores de clase baja, aunque estos edificios de Chelsea no estaban destinados precisamente a los pobres). Como los vecinos se quejaban (y tenían dinero y posiblemente influencias) se modificó el proyecto: se añadieron zonas verdes, las torres perdieron altura. Los vecinos estaban más contentos, pero aún pidieron otra modificación: ahora eran prácticamente casas espaciadas con muchas zonas verdes. El proyecto no se llegó a construir, porque todo el mundo estaba contento salvo los propietarios: no obtenían el beneficio que podían sacar de ese solar.

Esta historia sirve para mostrar que la ciudad tradicional aún tiene peso en el diseño actual de las ciudades.

De hecho, poco después del gran fuego de Londres de 1666, el arquitecto del hospital de Chelsea, Wren, propuso al rey una reconstrucción de la ciudad que hubiese sido extraordinariamente moderna para la época. El rey la rechazó, por diversos motivos (los comerciantes querían volver deprisa a tener beneficios, el plan exigía comprar demasiados terrenos que no habían ardido y por lo tanto era caro…).

El plan que sí tuvo éxito fue el que propuso L’enfant para Washington DC, muy similar al que había propuesto Wren: trazado ortogonal, grandes avenidas en diagonal.

lenfantdc.jpg
Plan de L’enfant para Washington DC

El diseñó tenía similitudes con la Roma de la época, que había visto enlazados sus monumentos con grandes avenidas que los conectaban.

Ciudad verde (o ecológica). La idea consiste en integrar el paisaje en la ciudad, algo que no siempre pareció importante. En la tradición asiático ha sido más relevante (China, Japón, Corea), pero no tanto en la occidental. Nueva York fue un gran paso: reservar esa gran cantidad de espacio para el Central Park y mantenerlo como pulmón y vía de escape de la ciudad.

A medida que las ciudades se volvían asfixiantes, sobre todo con la llegada de obreros e industria durante la Revolución Industrial, cada vez se fue haciendo más necesario un retorno a lo rural. Recordemos la ciudad jardín de Ebenezer Howard, que fue un intento por volver al pueblo, al contacto con la naturaleza. Sus ideas no cuajaron tal cual, pero sí son por ejemplo las precursoras de los suburbios de hoy en día que rodean las ciudades de Estados Unidos, donde ciudadanos de clase media disfrutan del contacto con la naturaleza, sí, pero al precio de renunciar a la proximidad y la comodidad de la ciudad, incluso del contacto con el extranjero o el otro.

Actualmente el diseño verde no sólo implica nuevos proyectos más sostenibles y que tengan en cuenta espacios recreativos, sino también la transformación de estructuras ya existentes para nuevos usos, por ejemplo tanto en París como en Nueva York dos líneas elevadas de tren que se han convertido en parques peatonales.

Ciudad de sistemas. Tal vez una mejor traducción sea la ciudad tecnológica, porque hoy en día hace referencia a la informática y los productos smart, pero en la antigüedad se refirió, por ejemplo, a los muros que rodearon la ciudad y que pretendían protegerla ante ataques, y que no fueron obsoletos hasta que los explosivos demostraron que ya no serían para su uso. Luego la tecnología marcaría la posibilidad de construir rascacielos, cada vez más altos, lo que a su ver dio forma a la ciudad durante mucho tiempo.

En el video se dan multitud de ejemplos de edificios adelantados a su tiempo o de cómo lo que en un principio fue chocante con la aparición de esos edificios se fue implementando de forma habitual en las ciudades (por poner sólo un ejemplo, el Centro Pompidou de París, con sus estructuras a la vista).

 

[Por mi parte, y si se me permite una crítica al curso, esta sesión me ha parecido más una suerte de bestiario de ejemplos que un buen estudio de la evolución de las ideas de las ciudades. Sí que es cierto que cada ciudad es un mundo y que no existen absolutos, pero también es cierto que hay corrientes de ideas a las que fácilmente se adhieren la mayoría.]

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s