Seguimos con los apuntes de otro curso de coursera: Sociología Urbana para un Mundo Globalizado, impartida por Patrick Le Galès.
Introducción a la ciudad europea. Sobre el concepto de modelo. Para abordar el tema de las ciudades, ¿es lícito, por ejemplo, clasificar las ciudades según su localización y hablar de ciudades europeas, latinoamericanas, sudasiáticas? Saltan multitud de argumentos en contra: sin embargo, se requiere de cierto nivel de abstracción para construir modelos con que confrontar la realidad y con los que poder analizar, estudiar y entender las ciudades. Usaremos el modelo sociológico de la ciudad europea, conceptualizado por el sociólogo alemán Max Weber. En primer lugar, su estudio de la formación de las ciudades europeas; la utilidad que supone para estudiar otras ciudades (el caso de Los Ángeles), pero también los límites que el modelo supone.
Los padres fundadores de la sociología, Emile Durkheim, Max Weber y Georg Simmel, pero también Karl Marx o Alexis de Tocqueville, no eran sociólogos urbanos. A la mayoría les interesaba el fenómeno del ascenso de las industrias nacionales o de las sociedades modernas europeas a lo largo del siglo XIX. Veían las ciudades como algo que había sido importante en la Edad Medieval, pero que el ascenso de los estados nación había dejado en parte obsoleto.
El modelo de la ciudad europea nace en este contexto, dentro de una historia particular y en relación a un orden social, un momento en que Europa ni siquiera era completamente urbana.

El modelo weberiano de la ciudad occidental. En su libro Economía y Sociedad, Weber presenta la ciudad occidental en contraste con el asentamiento oriental. Sus características son las siguientes:
- una fortificación para el mercado o un lugar donde consumir, intercambiar y producir bienes;
- unas cortes junto con la obligación de obedecer las normas y leyes;
- una estructura social basada en asociaciones, gremios y cierta autonomía local ejemplificada en la participación de los burgueses en el gobierno local;
- en ocasiones, también, la existencia de un ejército.
Weber consideraba otras dos características como esenciales:
- normas sobre la propiedad de la tierra, ya que las ciudades no estaban sometidas a impuestos o al feudalismo;
- y el estatus legal de las personas de la ciudad.
Este concepto de ciudad se desarrolló especialmente desde el siglo X hasta el XV, con el florecimiento de las grandes ciudades comerciales europeas y su posterior decadencia al llegar la renovación de la arquitectura y el control de la expansión.
La Europa urbana vivió su esplendor con el progresivo desvanecimiento de la época feudal pero cuando aún no había empezado el poder de los estados nación. La burguesía formaba un todo, un ente, una comunidad, en términos de Tönnies, donde los miembros se veían en común unos con otros; la ciudad de la Edad Media no era una suma de individuos, era, en sí, un individuo colectivo, un ente jurídico propio.
Aspectos esenciales del modelo weberiano de ciudad europea:
- uno, un orden social distinto al feudal organizado alrededor de los comerciantes, artesanos y relacionado con el comercio, un primer capitalismo y la presencia de la Iglesia y una primera burocracia como ente aglutinador;
- autonomía política negociada con y obtenida de tanto el príncipe como el obispo, con una ley y unos tribunales establecidos, tal vez también un cuerpo policial;
- un orden económico dinámico basado en el mercado local y el autoabastecimiento pero también en el comercio a gran escala con otras ciudades de Europa;
- una cultura específica.
Además, las ciudades medievales estaban rodeadas por un muro, que además ejercía de elemento protector y filtraba quién accedía y quién no al mercado, el centro del lugar. Además, los elementos de poder quedaban simbolizados en el centro por la presencia de la catedral y del ayuntamiento. Este mismo modelo fue el que luego se desarrolló y acabó generando la idea de Estado vigente hoy en día.
Modelo neoweberiano: la ciudad europea como un actor económico y político.Las ciudades europeas son, sin embargo, un modelo incompleto. Existe una sociedad civil formada por multitud de actores, entidades, asociaciones, empresas, grupos, cada uno con sus propios intereses. Sí que existe, sin embargo, un centro común, un lugar hacia el que se podría decir que todas acaban llegando por el empuje colectivo en diferentes direcciones.
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